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DÍA DE LOS INOCENTES


Extraído de Wikipedia

El Día de los Santos Inocentes es la conmemoración de un episodio hagiográfico del cristianismo: el mito de la matanza de todos los niños menores de dos años nacidos en Belén (Judea), ordenada por el rey Herodes con el fin de deshacerse del recién nacido Jesús de Nazaret.


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Curioso hacia donde ha derivado la festividad sin duda. A mi no es una festividad que me guste, no me gustan las bromas, al menos no las pesadas, no les encuentro la gracia, pero lo que si me gusta es la inocencia. Me encantan los críos por eso mismo y dejan de gustarme bastante cuando pierden la inocencia de la niñez. Por eso quizás me gusten también en parte los animales, porque también son inocentes. Y por eso me gusta la gente que aun tiene algo de inocente, tengan la edad que tengan, Quizás sea por que yo no soy inocente, o no creo serlo. Creo que es por eso.

Bienaventurados los inocentes en todo caso por aquello de seguir un poco el hilo cristiano del asunto.

Frases y Poemas sobre la Inocencia


La fuerza más fuerte de todas es un corazón inocente.
Victor Hugo.

No podría volver a ser un ángel... La inocencia, una vez perdida, no se puede recuperar.
Neil Gaiman


Son inocentes, aun en su malicia.
Friedrich Nietzsche

Inocente es quien no necesita explicarse.
Albert Camus

Eternidades

Vino primero pura,
vestida de inocencia;
y la amé como un niño.

Luego se fue vistiendo
de no sé qué ropajes;
y la fui odiando sin saberlo.

Llegó a ser una reina
fastuosa de tesoros...
¡Qué iracundia de yel y sin sentido!

Más se fue desnudando
y yo le sonreía.

Se quedó con la túnica
de su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.

Y se quitó la túnica
y apareció desnuda toda.
¡Oh pasión de mi vida, poesía
desnuda, mía para siempre!
Juan Ramón Jimenez

El hombre noble conserva durante toda su vida la ingenuidad e inocencia propias de la infancia.
Confucio

No hay afrodisíaco como la inocencia.
Jean Baudrillard

Él siempre será inocente, no se puede culpar a los inocentes, son siempre inocentes. Todo lo que podemos hacer es controlarlos o eliminarlos. La locura es una especie de inocencia.
Graham Greene

No existe más valor que la inocencia; ni más constancia más que una buena causa
Thomas Southerne

La perfecta inocencia es la perfecta ignorancia.
Joseph Jourbet

La inocencia está siempre rodeada de su propio esplendor.
Massillon


Te quiero así inocente, toda ajena, palpitante en lo que está fuera de ti, tus ojos proclamando las vívidas verdades de colores de la noche.
Pedro Salinas


Grande es la fuerza de la inocencia, cuando no bastan para oprimirla las máquinas del poder.
José Francisco de Isla


No hay cosa tan terrible como la desgracia de perder la inocencia.
François Renato de Chateaubriand


Son los inocentes y no los sabios los que resuelven las cuestiones difíciles.
Pío Baroja




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¿Y que mas?

Cierta indefensión, como si uno estuviese desnudo delante de los demás, notando que lo observan, que lo ven raro.


Persigues un objetivo olvidándote de todo lo demás, cuando lo consigues, todo lo demás se ha olvidado de ti. ¿Que reprochar?

Puestos a soñar, que cuando despierte lo primero que vea sean tus ojos.

Es raro que te den algo a cambio de nada y difícil saber que tienes para dar.

El mecanismo cerebral humano es harto complicado, de eso no cabe duda, nos lo llevan diciendo los científicos durante años, ahora bien para mi que hay cerebros mas o menos complicados.

Me estremecí cuando leí aquella frase y fui tan gilipollas de guardarme aquel sentimiento. Uno mas.

La pelea continua, el contrincante sigue pegando, pega fuerte y no se cansa nunca. Tu has plantado los pies, encajas unos golpes y devuelves otros. Miras a tu esquina, no queda nadie apoyándote. Los brazos se hacen pesados, no puedes defenderte de los golpes. KO.

Miedoso, Chulo,  Gracioso, Borde, Simpático, Ocurrente, Sensible, Introvertido, Tímido, Radical, Agresivo, Cariñoso, Inconstante, Pasional, Leal, Soñador, Romántico, Raro, Estúpido.




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Colgando del balcón.

Me levanto temblando de pies a cabeza, miro a mi alrededor, estoy donde siempre, solo. Me levanto rápido, trato de que no se me note, voy al armario, trato de consumir seguridad pero estos días no sirve de mucho, apenas un par de horas de cierta calma que puede romperse en cualquier momento. Y allí siguen ellas, colgando del balcón, esperando a caer, esperando que las empujen.....

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Clic

Mi dedo se queda dubitativo ante el botón. No puedo pulsarlo, no puedo hacerlo porque tengo la sensación de que si lo hago sera la ultima vez. Y esa sensación es dolorosa. Ademas están las preguntas sin respuesta, las preguntas de las que no sabes si quieres respuestas, y las preguntas a las que tu le has dado una respuesta que no sabes si es cierta pero que una vez dadas, joden lo mismo.

¿Dos veces?..... y demasiadas cosas sin hacer.

Solo.


Feliz Navidad.



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Y aquí deberia ir la onomatopeya de un cascabel que se rompe.

Navidad, luces, villancicos, tiempo de buenos propósitos, de sonrisas, de regalos. Si ya de por si, la Navidad no me ha gustado nunca, este año me apetece menos celebrar nada. Y es que tampoco tengo nada que celebrar. No me apetece ver luces de colores, no me apetece hacer buenos propósitos, si acaso lo contrario. Mis sonrisas son mas falsas que un moneda de tres Euros. Ni tengo ganas de regalar ni de que me regalen. De los villancicos solo decir que me dan bastante asco. Entonces me veo en la perspectiva de tener que actuar, porque esta feo no tener ganas de celebrar nada cuando todo el mundo celebra algo y la verdad es que tampoco me apetece actuar.

En fin que esta entrada es otra mierda, siguiendo el hilo de las anteriores, voy a ver si focalizo mi ira en otra cosa porque escribir no me esta funcionando

Saludos.


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Booooooong.

Casualidades ninguna, todo se hace por algo, aunque ese algo sea estúpido, malo, cruel y hasta doloroso. Podría buscar excusas y teclearlas pero no tendría mucho sentido. Me baso demasiado en unos ¿Y si? . Estas preguntas conllevan duda y la duda es mala compañera de viaje. Esto es sobre todo porque la duda es incierta y la incertidumbre es una temblorosa carga. Bajo esa carga los pasos se vuelven vacilantes y acaban por detenerse. Y no solo los pasos, acaban por detenerse las palabras, la risa, los sueños, la vida. ¡Exagerado! , pensaran algunos y no puedo negar que pueda resultar o parecer exagerado este pesimista punto de vista sobre algo que ni siquiera tengo claro ( esto no es duda es falta de información, y no no es una excusa). Lo que esta claro es que la duda y lo que conlleva y perdonen que me repita, es cosa de la falta de inspiración, no están muy lejanas del miedo. Y de un modo u otro tengo que enlazar textos. Si un día gritase, aferrado a las manos de alguien y esta se soltase, yo caería sin remedio. No quiero caerme y no quiero odiar a quien seguramente tuvo motivos para soltarme.¿Sera el amor cosa de manos que se tienden........?


Perdonen ( las escasas personas que me leen últimamente la ínfima calidad de mis títulos, podría argumentar que es cosa de estilo, pero mas bien es incapacidad)

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Nchtsssss

Una replica, una continuación, puede que una segunda parte, que nunca fueron buenas para los que se equivocaron dos veces. Desmembrado ante un simple visión que aun no comprendo. Visión de la nada, que me resquebraja con una facilidad que asusta. ¿ Como puede ser tan sencillo? ¿ Y porque?. Preguntas de las que puedo saber la respuesta pero no responderé. Preguntas de las que no quiero saber la respuesta, mis oídos tapare. Según pasan las palabras, baja la inflamación, la respiración se normaliza. Dejo de sudar y puedo proseguir aparentando. Cuesta tanto trabajo ser actor que para muchas cosas ya soy incapaz de serlo.


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Ziuuuuuuuuuuuummm

Comprobando que estoy como una cabra comencé a escribir sobre esto mismo. De lo que no digo debería tratar este texto, de lo que se acumula en mis entrañas, dentro, muy dentro de mi. De esas cosas que solo dices a los mas cercanos, a tu amor, a nadie. De secretos, de sombra. Pero antes habría que contar mucho para que se entendiese el porque de las cosas que no se dicen. Y aun así quizas tampoco se entendiesen con lo que esto, y cuando digo esto me refiero a estas letras, son mas un ejercicio de auto control que un grito liberador. Porque ese grito de existir, de en un futuro escape de mi boca y espante, ruego me perdone, a algún alegre pájaro. De gritarlo, repito, no podre hacerlo solo porque no tendría sentido gritarlo solo, porque es un grito que necesita quien lo escuche, porque el que grita, el que os escribe, necesitará un regazo donde aferrar sus manos y un hombro que empapar de lagrimas, que empapar de vida.




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Felicidades P

Todos callaron cuando se anuncio que ya venia.

- ¡Ya viene!- se oyó decir a algunos.
-¡Estaros quietos!-gritaron otros.
-¡Que alguien apague la luz de una vez! - pidió otro desde su precario escondite.
-¡No os mováis!- susurraron otros.
- Shhhhhhhhhhh- dijo alguien y el silencio se hizo por fin .

Los segundos se hicieron largos hasta que se escucho una llave en la cerradura. Luego el clic y el leve chirrido de la puerta el abrirse. Una mano tantea la pared en busca del interruptor de la luz, cuando esta se enciende todos los presentes claman.

- ¡FELICIDADES!-

P se detuvo mirando con los ojos muy abiertos. Su rostro se  fue tornando colorado mientras no lograba reprimir una sonrisa. Sus ojos recorrieron la estancia adornada con globos y guirnaldas de diversos colores mientras el confeti lanzado aun flota por el aire. Por fin alguien le dijo.

¡Venga pasa!, al fin y al cabo es tu casa!- Ella entro y comenzó a saludar a los allí presentes. Personajes de lo mas variopintos fueron deseándole un feliz día. Había una muchacha de grandes ojos marrones vestida de Heidi, y un tipo enorme al que rápidamente pusieron el mote de Reggetonero Fail.  Allí se encontraban dos ancianos departiendo, uno no soltaba un libro mientras el otro tallaba un trozo de madera mientras escuchaba atentamente a su compañero. Había una muchacha de rostro triste que se ilumino al verla. Dos parejas se le acercaron una joven  y otra vieja. De los primeros solo conocemos su pasión de los segundos su historia de amor, sus nombres, Pedro y Maria e incluso conocimos a sus nietos que no paraban de hurgar en el bolsillo del mandil de su abuela en busca de algún tesoro insospechado. Un tipo algo despistado dejo su maletín para darle dos besos. Se encontraba allí tambien un girasol que le hizo una larga reverencia, luego continuo hablando con alguien que se parecía mucho a P. Dos perros saltaron y movieron sus colas cuando les toco el turno de saludarla y se puedo ver a una tortuga asomar la cabeza desde su cómoda jaula. Había un tipo vestido de mafioso de los años 30 que dejo su pose de duro para sonreirle. P tuvo que esquivar un trompo para saludar al mofletudo niño que lo había lanzado. Luego saludo a una niña pequeña que charlaba con un hombre mayor, este alababa el nuevo vestido de la muchacha. Dos ancianos mas estaban sentados embelesados mirándose uno a otro, ambos vestían de novios. A su lado una niña pequeña la felicito para luego empezar a preguntarle cosas, un hombre viejo acompañado de una pareja joven tuvieron que venir a rescatarla de aquel interrogatorio. Y luego entre decenas de personas mas había una serie de gemelos, uno era gruñón, otro bromista, había uno que era un poco chulo y otro un soñador, por ultimo P, se acerco al ultimo de los gemelos que estaba escribiendo algo en un trozo de papel, este levanto la vista y le dijo.

- ¡Felicidades P!-


















Pasa un feliz día, Numero Quince.





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Relleno y tal.

Ando enfrascado en los últimos proyectos para este primer trimestre. Os dejo los enlaces a las paginas que me ha tocado hacer. Algo me queda por retocar pero no mucho. Intentare volver a escribir lo mas pronto posible.

http://velocidad.byethost22.com/

http://castro250.byethost22.com/

http://airsoftcastro.byethost22.com/


Abrazos

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Flashes

"Tu dijiste aquello y yo solo pude estremecerme, sentí un aliento cálido en mi nuca mientras un leve hormigueo me recorría los brazos y se perdía en mi pecho. Al mismo tiempo las lagrimas se agolparon en mis ojos, con fuerza. Tuve que poner todo mi empeño para mantenerlas dentro de mi. Y luego estaba el beso, que pude notar, suave, dulce, cargado de sentimientos. ¿ Donde lo note?...... Secreto. "


"Se desbordo la rabia, la visión de aquella frase, tan lejana a las que el estaba acostumbrado, le sumió en ese estado, rabioso repito. El resto fue una serie de golpes sin sentido y gritos que no solucionaron nada. Mientras tanto el teléfono seguia desconectado, el corazón cerrado y la sonrisa olvidada."


"La niebla lo cubría todo, una niebla fría, húmeda, espesa que calaba los huesos. Allí perdido me encuentro, sin mapa, ni respuestas, ni siquiera puedo ver la luna."

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Cuentos de Diciembre.

Contemplo las alegres luces con rosto sombrío. Cientos de bombillas iluminando las calles del centro dibujando  diversas figuras. Campanas, arboles de navidad, renos, reyes y magos. Maldijo las luces, maldijo las alfombras rojas a la entrada de cada tienda, maldijo a un tipo vestido de Papa Noel, maldijo la decoración de bolas y brillantes guirnaldas, las estrellas de Belén, el muérdago y termino maldiciendo a un grupo de críos cantando villancicos. Alargo los pasos esquivando las calles repletas de compradores, esquivo sus cuerpos, sus conversaciones, sus risas, esquivo sus ojos manteniendo los suyos clavados en sus botas. Camino así hasta llegar al portal de su edificio, allí abrió la pesada puerta metálica, reviso el buzón encontrándolo lleno de propaganda y comenzó a ascender los cuatro tramos de escalera que lo llevarían a su piso. Al terminar la ascensión respiraba trabajosamente. Se apoyo en el marco de la puerta para recuperar el resuello. Por fin abrió la puerta dejando las llaves sobre un viejo mueble de madera coronado por un sucio espejo. Se quito el chaquetón lanzandolo por una de las puertas que se abrían en el pasillo y entro en otra. La cocina era pequeña,  lo justo para una nevera, unos fuegos, un fregadero y un par de muebles. Abrió la nevera y saco una botella de cerveza. Luego camino hasta una sala de estar, una tele, un sofá, un mesa con un par de sillas y una estantería llena de libros eran todo el mobiliario. Encendió la tele y rebusco en la mesa para encontrar el abridor. Abrió la cerveza y le dio un largo trago. Suspiro y comenzó a jugar con los mandos de la tele, los canales emitían la tipica mezcla de programas del corazón, películas sin interés y series repetidas. Maldijo la tele mientras contemplaba la cerveza, el cristal de esta le devolvió vagamente su rostro. Apago la tele y volvió a mirar la cerveza. Maldijo la soledad, su soledad y bebió.

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La nieve caía lentamente en pesados copos que iban cubriendo con un manto blanco todo lo que podía alcanzar a ver con la vista. El vaho rodeaba su rostro con cada exhalación y estas eran cada vez mas frecuentes fruto del esfuerzo de caminar sobre aquella superficie, a medias gredosa, a medias cubierta por la nieve en la que se hundían sus pies. Llevaba mas de una hora caminando y paso otra hora mas hasta que diviso la pequeña cabaña de madera. De la chimenea salían penachos de humo, promesa de un ambiente caldeado. Consulto el reloj de pulsera y comprobó que aun faltaba un rato para que oscureciese. Resignado busco un lugar resguardado. Lo encontró entre un par de arboles caidos, allí se arrebujo en su largo chaquetón forrado de piel y fumo un fuerte cigarrillo que le transmitió una ligera y poco duradera sensación de calor. El sol fue desapareciendo paulatinamente, como contrapunto su ansiedad aumento. Se saco uno de los guantes varias veces para comprobar la pistola. Esta estaba helada, si se le hubiese ocurrido tocar el cañón sus dedos se habrían quedado pegados al metal. Cuando la noche se echo por fin se puso a caminar para mantener el calor, dando vueltas en torno a la casa, siempre sin perderle de vista. Se comparo mentalmente con un lobo vigilando a su presa. Aquella ocurrencia le hizo sonreír. Camino mirando el reloj de cuando en cuando hasta que llego la hora. Camino despacio, como una sombra sobre la nieve hasta alcanzar la puerta de la casa. Allí se detuvo un instante alerta ante la posibilidad de cualquier ruido. No escucho nada, todo estaba tranquilo y silencioso. Saco un juego de ganzúas para forzar la cerradura, no fue difícil  una cerradura sencilla para un hombre experto en esas lides. Entro en la cabaña, los rescoldos de la chimenea iluminaban tenuamente la estancia principal. Estaba vacía, saco la pistola y camino hasta otra puerta. La abrió suavemente. En la habitación una pareja dormitaba cubiertos por una buena cantidad de manchas. El se acerco hasta la cabecera de la cama. Contemplo al hombre y a la mujer dormidos mientras enroscaba el silenciador en la pistola. Los disparos no los oiría nadie, en aquel lugar perdido, pero era una costumbre. Acerco la pistola a la sien de la mujer, la contemplo un instante antes de disparar. El ruido fue ligero, un silbido difuso pero el hombre abrió los ojos. El le puso el cañón en la frente. Lo miro fijamente y murmuro.

- Fin de tu historia.

Un nuevo silbido lleno la instancia. El hombre volvió a la estancia principal y avivo el fuego, luego hizo una breve llamada telefónica. Abrió el mueble bar y saco una botella de escoces. Se sentó a esperar bebiendo pequeños tragos de la botella y dejándose calentar por el fuego. El fuego calentaría su carne, pero nunca su corazón ni su alma.

Dos horas después contemplo desde el helicóptero como la cabaña ardía iluminando la noche.



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Difusas, candentes, hambrientas.

La marea baja, descubre  el barco hundido hace algún tiempo en mi playa, aparece cubierto de algas, derrotado por olas y rocas en aquella lucha desigual. No me gusta la visión de mi playa cuando baja la marea, me perturba , me inquieta, me entristece, me encierra. Procuro no bajar a la playa con la marea baja. Sin embargo cuando esta alta, me gusta que el agua cristalina que bordea la orilla bese suavemente mis pies, que el sonido del mar me arrulle, coger un puñado de fina arena y deleitarme observando como cae por mis dedos. Puedo tirarme horas mirando el movimiento de las olas romper mas allá, en las rocas, con la cadencia y el sonido de un corazón fuerte....

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Me vi envuelto en un mundo de cristales. De cristales opacos y límpidos. Los había pequeños y grandes.  Algunos estaban resquebrajados, otros sucios, unos me devolvían el reflejo de mi imagen, sin embargo otros reflejaban las mas extrañas figuras. También había un diamante, lejano, aun inalcanzable, en aquel laberinto de espejos y cristales. Sigo aquí, tengo la piel llena de cortes. Noto el sabor de los cristales en mi boca, el dolor que producen sus cortes en mi estomago, todo huele a vidrio, tengo cristales en los ojos, cristales en los nudillos, pero quiero el diamante, lo quiero...lo necesito.

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Se le había olvidado lo que nunca aprendió. Lo cual puede que resulte una contrariedad, pero eso poco importa. ¿Que le importaba? . Quizás eso si tuviese importancia.  ¿Lo descubriría el mismo? o ¿ Treparía la montaña en busca del sabio que tiene todas las respuestas? . Pobre iluso, nadie tiene todas las respuestas, agradecido debe estar el que algo puede responderse. ¿Lograría al menos situarse en aquel punto donde quería estar para buscar nuevas preguntas.? Así podría olvidar los antiguos comos o porqués y tratar de encontrar nuevas respuestas. A lo mejor esta vez tenia mas suerte. "Camina hasta la linea de salida", le dije, no debía pararse, tiene que continuar, porque quieto las respuestas a aquellas preguntas acabaran devorandole.



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Un Mundo Oscuro, Situaciones.


Anteriormente....

Camacho había dejado a Marquez en la comisaria para que terminase con el papeleo. Allí tomo su coche, un Megane Azul con seis o siete años de antigüedad. Ahora se encontraba delante de un vaso de whisky observando los hielos fundirse en el alcohol. Dio un lento trago a su copa y lanzo una mirada al lugar. Una luz tenue de color azul era la única iluminación de la sala a parte de las lamparas que colgaban sobre la barra. Opuesto a ella había un pequeño escenario donde de vez en cuando se contoneaba una chica con peor o mejor estilo. El resto estaba ocupado por algunos sofás donde clientes de todo tipo charlaban y hacían tratos con mujeres ligeras de ropa. Estaban los trajeados recién salidos de alguna reunión. Los solteros como el buscando quien saben que, sexo, compañía, un poco de todo quizás. También había tres o cuatro jóvenes festejando algo. La clientela de siempre, solo cambiaban las chicas de vez en cuando excepto dos o tres que ya llevaban años en aquel prostíbulo.

Un tipo rubio se acerco a Camacho, andaba con seguridad consciente de su robusto cuerpo. Tenia unos ojos azul hielo que movía con rapidez. Palmeo a Camacho y saludo.

- ¿Como va inspector?- su voz poseía un fuerte acento del este. Camacho levanto sus ojos hacia la cara del hombre, le tendió una mano y le invito a sentarse.
- Buenas Gica, tirando como siempre- contesto lacónico el inspector.
- Bueno inspector, ya sabe que aquí tiene todo lo que necesite para olvidarse un rato de sus problemas. - repuso Gica.
- Me basta con el Whisky, pero gracias- dijo Camacho apurando su copa. Gica golpeo la barra para llamar la atención de la camarera. Esta era una guapa rubia, también del este, era la mujer o la novia de Gica, Camacho nunca se lo había preguntado, solo sabia que estaban juntos por la vez en que la rubia le tiro una botella a la cabeza por flirtear con una de las putas.
- ¡Vamos Andrea!, ponle otra copa al inspector, esta a cuenta de la casa- grito Gica. Andrea se acerco con una vaso bajo y ancho, puso tres cubitos y vertió tres dedos de whisky en el mismo. Lo empujo delante del inspector y le sonrió luego se dirigió a Gica.
- Deberías pedir las cosas mas educadamente, como hace el inspector- Gica la miro y le lanzo un beso que fue contestado por una imprecación que Camacho no entendió.
- Por cierto inspector, tengo dos nuevas chicas, recién llegadas de mi tierra, jovencitas, limpias, poco usadas, ahora mismo están arriba pero si quiere usted probarlas, se las dejo a dos por uno.- prosiguió Gica. Camacho lo miro a lo ojos.
- No me jodas Gica, sabes que no me van de ese palo, ademas como vuelvas a tratar de venderme a una chica como si yo fuese alguno de esos degenerados que viene por aquí te meto la pistola por el culo y luego llamo a algún amigo para que cierre esto. - Gica sonrió a su interlocutor.
- No se ponga así inspector solo le tocaba los cojones.
- Se te da bien, Gica, es algo que se te da bien.
- Bueno inspector voy a seguir saludando clientes, páselo bien y si decido cambiar de opin....
- Lárgate cabrón- zanjo Camacho.

Camacho volvió a concertarse en su whisky y en sus cigarros. Una mujer bajo las escaleras acompañada por un tipo calvo y bajo con cara bovina. Camacho observo a la mujer acompañar al hombre hasta la puerta darle dos besos y despedirla. La mujer se acerco a el, Camacho la miro de arriba abajo, desde sus zapatos negros de largos tacones, pasando por sus oscuras medias, la corta falda color rojo, y un top negro escotado. Luego clavo la mirada en la cara de ella, en sus ojos oscuros e inteligentes, en la sensual boca pintada de rojo, en sus pomulos marcados en su castaño pelo rizado y sonrió. Ella beso suavemente su aspera mejilla y se sento a su lado. Camacho pidio un gin tonic para ella y otro whisky para el.

- Pareces cansado Angel. dijo la mujer.
- Estoy cansado Marisa- repuso Camacho acercándole el gin tonic.
-¿ Sigues durmiendo mal?, deberías hacer algo de ejercicio te vendría bien para dormir.. propuso ella.
- El ejercicio no esta hecho para mi. No me veo haciendo footing con mallas.. objeto Camacho.
- ¿Porque no?, estarías sexy. - bromeo Marisa , levantando los ojos con gracia.
- No me vaciles, hace años que deje de ser sexy, si hasta me cuesta pronunciar la palabra.- repuso el.
- Bueno pero algo deberías de hacer para dormir, no puedes seguir así Angel. - el tono de voz denotaba que esta vez hablaba en serio.
- Ya hago lo que puedo, tras unos whiskis logro dormir unas horas. -
- Vaya solución, los problemas no se van así, cariño- Marisa le acaricio el rostro.
- Mi ex ha puesto el grito en el cielo porque me retrase con la pensión, mi hija no quiere verme y el jefe esta encima mía por culpa del asesino hijoputa ese. - lamento Camacho.
.- Todo ira bien Angel, ya lo cogerás...

Una serio de gritos interrumpió la conversación. Una de las prostitutas visiblemente enojada gritaba insultando al grupo de jóvenes. Tres o cuatro muchachos de unos veinte años, visiblemente borrachos. Estos se reían de la prostituta. Gica se acerco al grupo de jóvenes en actitud amenazante. Camacho logro detenerlo a tiempo. Ambos se pusieron delante de los otros cuatro.

-¿Que ha pasado ? - le pregunto Gica a la chica.
-Ese cabrón me ha tirado la copa encima y ha empezado a insultarme- contesto ella señalando a uno de los cuatro, un chulo con perilla. Giga lo miro con firmeza.
- Pídele disculpas a la señorita, ahora mismo. dijo fríamente. El chaval comenzó a reírse con sus amigos.
- ¿Señorita?, sino es mas que una puta, rumano de mierda.- hablo el de la perilla. Gica se lanzo a por el pero Camacho lo detuvo. Se giro hacia el muchacho.
- Sera mejor que pidas perdón, pagues y te disculpes chaval- le aconsejo.
- ¿Chaval?, vete a la mierda viejo, no voy a pedirle disculpas a una puta de mierda.
- ¿No?, tu mismo.- dicho esto Camacho se aparto, Gica se acerco al de la perilla, este le lanzo un puñetazo que Gica paro con su brazo izquierdo. Después golpeo el rostro de su oponente, se pudo oír la nariz partirse. Los otros tres dieron un paso amenazador pero Camacho se interpuso de nuevo mostrando la placa.
- Mas vale que paguéis y os marchéis o acabareis todos en el calabozo, no me jodáis.- amenazo. Uno de ellos pago a Andrea y los otros dos ayudaron al de la perilla a levantarse. Camacho se le acerco.
- Pídele perdón a la chica de una puta vez.- le mando. Este se acerco a la chica y pidió perdón mientras se tocaba la nariz. Los cuatro jóvenes salieron con la cabeza gacha. Camacho camino hasta donde le esperaba Marisa, le tendió una mano, ambos subieron las escaleras, necesitaba relajarse en las manos de ella, perderse en el perfume de su pelo, dejarse abrazar...



"Del viejo tocadiscos salia una melodía de violines, melancólica y triste. El hombre se sentó en el sofá, dejo dos bolsas sobre la mesilla. Siguió el ritmo de la música con la mano durante unos instantes, luego bebió un trago de vino blanco de una copa de cristal. Cogió una de las bolsas y la abrió despacio, con delicadeza. Acerco su nariz a ella y olio. Aspiro profundamente deleitándose en aquel perfume. Por ultimo se dejo caer mas en el sillón cerrando la bolsa con los ojos cerrados, rememorando con una sonrisa en la boca."



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Rellenando que es gerundio.

Sigo con el tema de los clásicos, ya han caído "Un mundo feliz" y "Lolita" . El primero es un buen libro pero creo que todo pasa demasiado rápido, no ahonda demasiado en la historia de los personajes a lo largo de la novela. Lo mejor es sin duda la sensación de agobio que logra trasmitir ante un mundo tan controlado, donde cada vida esta predestinada. En cuanto a "Lolita", que decir, mi hermana decía que era perturbador, lo es en ocasiones, sin duda. Pero leer a Nabokov, el esplendido uso que hace del lenguaje, el sinfín de frases o párrafos excelentes que uno encuentro a lo largo de las hojas hacen que merezca y mucho leerlo.

Un saludo.

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Un mundo Oscuro, Presentaciones.

El coche se detuvo bruscamente ante la multitud de curiosos que se agolpaba frente a aquella nave abandonada. Tres o cuatro policías de uniforme se afanaban tratando de apartar a la gente de allí, sin mucho resultado. Del vehículo, un 407 blanco, bajaron dos hombres. El primero, salio del asiento del acompañante, alto, desgarbado. Vistiendo gafas de sol oscuras, gabardina gris y lo que parecían ser unos zapatos gastados pasados de moda, miro a su alrededor tras bajar del coche y musito algo para si mismo. En su rostro podía verse una barba de tres o cuatro días circundando una boca de labios firmes, una boca que no estaba hecha para sonreír. Se paso una mano por el pelo castaño, fino, descuidado e hizo una señal con la cabeza a su compañero. Este cerro el coche con el mando a distancia y camino hacia el grupo de gente reticente a apartarse del lugar. El segundo hombre, no era tan alto como su compañero, era unos diez centímetros mas bajo, pero mas robusto, vestía vaqueros gastados junto a unas botas marrones inmaculadas. Se protegía del frió con una cazadora de cuero que tintineaba a cada paso. A diferencia de su compañero, se quito las gafas de sol de los ojos, poniéndoselas en la cabeza, sobre un pelo corto, negro y abundante. Volviendo a sus ojos estos eran de un color marrón oscuro, mas bien pequeños. Llevaba finas y largas patillas y una perilla perfectamente recortada. Poseía unas facciones que la mayoría de las mujeres juzgarían como atractivas. Era a simple vista diez o doce años mas joven que su acompañante.


Mostraron su placa para pasar por la zona acordonada. Un policía levanto la cinta para permitirles un paso mas fácil bajo la cinta amarilla. El de la gabardina se detuvo, con una voz grave, se dirigió al uniformado que sostenía la cinta:

- Acordonen la zona a cien metros de aquí, quiero a esa gente lejos, si alguno se cuela, periodista o civil, lo empapeláis  ¿estamos?- dijo en un tono que no daba opción a replica. Lanzo una mirada de disgusto al ver a un docena de periodistas haciendo fotos y preguntando a la gente. - Y hacerlo rápido- terminó-. El policía asintio y fue a cumplir las ordenes. Los dos hombres caminaron hacia un grupo de hombres y mujeres que se hallaban cerca de una de las paredes de la nave. Sortearon un par de charcos que la lluvia había caída algo mas temprano había dejado en aquella superficie de tierra.  Uno de los hombres que había en el grupo camino hacia ellos. El mas joven le tendió una mano.

- Buenas, Lorenzo- saludó con un apretón firme. -¿Esta mejor tu mujer?- preguntó a continuación. Lorenzo asintió.
- Hola, Marquez- respondió, luego miro al otro y le estrecho también la mano. - Hola Camacho. 
- Hola, Lorenzo, ¿otra?- pregunto Camacho señalando con la cabeza al grupo de forenses, ayudantes y policías de la científica. 
- Todo indica a que si, todo encaja. - contestó Lorenzo.
- Mierda- intervino Marquez.
- Lo es- convino Lorenzo. 

Camacho avanzo hasta el resto de policías, cogió unos guantes de plástico de una de las bolsas de los forenses, se lo puso con habilidad y se aproximo a la pared. Tendida junto a la misma pudo ver a una mujer joven, de veinticinco años o poco mas. Yacia desnuda a excepción de un jersey que apenas tapaba uno de sus brazos, a un metro de ella pudo ver una chaqueta y un pantalón. Un tipo grueso se afanaba junto a una mujer en el cuerpo, examinándolo y tomando muestras. Camacho se acacho junto a ellos.

- ¿Puedo?- pregunto Camacho, el tipo grueso giro la cara dejando ver un rostro cetrino en los que destacaban unos grandes ojos de sapo.
- Claro, Camacho- contesto el hombre apartándose para dejar sitio a Camacho. La chica se levanto. Camacho examino el cuerpo. Tenia un moratón grande en uno de los ojos, los labios hinchados y una serie de cortes en el cuerpo. Observo con detalle los cortes, finos, hechos con escalpelo según dijeron los forenses, como en las anteriores victimas. Dos cortes en cada mejilla, dos en cada pecho, dos en cada muslo. Camacho levanto la vista y dejo vagar al mirada.

-¿No la mato aquí verdad?- inquirió
-No- afirmo el forense.

Camacho asintió con la cabeza y se levanto, se quito los guantes y los guardo en la gabardina, miro a su compañero hablar con la mujer forense. Lo llamo y este le dijo que esperase, el no se detuvo y camino hacia el coche. 


Unas manos hábiles metieron las prendas de ropa en diferentes bolsas, sello las mismas y les pego una etiqueta. Escribió con una letra clara  "Angela 14/9/2009". Repitió el proceso en la otra bolsa. Luego las cogió y las llevo hasta un armario de madera cerrado con llave. Rebusco en su bolsillo, saco una pequeña llave, abrió el armario y deposito con sumo cuidado las bolsas en su interior. Volvió a cerrar el armario. Salio del cuarto cerrandolo también con llave, bajo unas escaleras y se acomodo en un sofá delante de un televisor apagado. Encendió un cigarro y se sumergió en sus pensamientos.















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No te muevas....... dejame.

Me acerco por tu espalda....no, no te muevas, quédate quieta mientras te rodeo con mis brazos, apretando tu espalda contra mi pecho. Déjame que aspire el intenso olor de tu pelo. No te muevas mientras giro levemente tu cara en busca de tu boca. Déjame que entierre mi rostro en tu cuello, saboreando el dulce sabor de tu piel. No te muevas mientras mi lengua se desliza por ella suavemente, solo déjame hacer, déjame que prosiga besando tus hombros tostados. Déjame que con mis labios trace nuevos caminos por tu espalda. No te muevas, siénteme pero no te muevas mientras mis manos se deslizan por tu estómago. No te muevas cuando mis dedos asciendan a tus senos. Déjame sentir como tus pezones se endurecen entre mis dedos anhelantes. Déjame notar como se acelera tu respiración, como late tu corazón más fuerte. Déjame escuchar los gemidos de tu boca. Déjame buscarla una vez más, rozar tus tiernos labios con mi lengua, morderla, meter mi lengua en ella. Déjame disfrutarla y no te muevas mientras deslizo una de mis manos despacio hasta tu sexo. Déjame ahogar tu gemido con mi boca. Déjame notar como tu cuerpo se estremece cuando mis dedos rozan tu sexo. Como tu cuerpo pide más cuando presiono levemente tu clítoris. No te muevas cuando saque mi pene del pantalón y lo roce con tu trasero, déjame mostrar lo que la lujuria eléctrica que transmites a mis cinco sentidos produce en él. La visión de tu cuerpo desnudo, el tacto perfecto de tu suave piel, el olor femenino que despide tu cuerpo, el sabor de tu boca inundando la mía, el sonido de tus gemidos anhelantes, provocan en él, en mí, que te desee. Que desee que no te muevas..... que me dejes hacerte el amor mientras susurro tu nombre.

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Relleno del bueno. Clasicos.

El otro día le di una vuelta a la estantería de clásicos de la literatura ( Mundial) que tengo por mi casa. Cogí cinco libros. Ya me he leído dos, "Los tipos duros no bailan" de Norman Mailer, que ya me lo había leído hace tiempo. Un libro genial algo desagradable pero muy bien escrito y elaborado. Luego me puse con "El gran Gatsby" , que no entiendo muy bien porque es un clásico cuando es una historia bastante insulsa. O al menos eso me ha parecido a mi. Los otros tres son "Lolita" de Nabokov, "Un mundo Feliz de Huxley" y "El retrato de Dorian Gray", ya os contare que me parecen cuando tenga tiempo para leer que ahora me tienen frito con los estudios. Y ya os contare si cojo alguno mas. ( Mas de uno se que no voy a tocar en la vida).

Un saludo.

( Me los leo ahora por que cuando caigan en mis manos la segunda parte del "Nombre del viento" y la quinta de "Juego de tronos" va a leer clásicos mi tía Rita).

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Tres en uno

Estaciones

Lo que más me jodía de la primavera, era que todo se renovaba, el mundo, la vida, retomaba fuerzas, cobraba brío alimentada por la luz y el calor de un sol cada día más presente. Yo, soy un tipo invernal, me siento más cómodo durante las largas noches de Enero o Febrero, podría incluir Diciembre, pero las luces navideñas destrozaban mi querido mundo de sombras. La primavera es un recuerdo constante de lo que no tengo, el renacer de las plantas, el poderoso y alegre canto de los pájaros, la risa de la gente, que en primavera parece más fuerte, más verdadera, reabren mis cicatrices. Sin embargo en invierno, cuando la gente aprieta el paso huyendo del frió, cuando se refugian en sus casas, cuando la nieve cubre mis ruinas y el silencio se adueña de las calles de éste, mi sitio en el mundo, consigo creer que pasó desapercibido, consigo una ilusión de igualdad, que funciona al menos como bálsamo para mis heridas. Sentado en este banco de madera, notando los rayos de sol calentar mi rostro y lo que es peor, iluminarlo, comienzo a añorar la oscuridad, las sombras, el frio y noto como las heridas se abren poco a poco, dolorosamente......



Banda Sonora

La camarera me había puesto la tercera cerveza de la noche, me ofreció algo de picar con una sonrisa, le negué con la cabeza. Se volvió para atender a un par de jóvenes con camisetas de Los Ramones y Metallica. Cuando se giró, alce la botella, mire su culo e hice un brindis imaginario por el antes de llevármela a la boca. El tío que ponía la música puso un tema de Aerosmith, no recuerdo su nombre. Los dos chavales comenzaron a mover las cabezas a coro. Uno de ellos se acercó al oído del otro y le dijo algo, el otro respondió "Es un clásico tío". ¿Un clásico?, pensé. Mierda si yo crecí con esto, ¿cómo va a ser clásico? Mire a mí alrededor, observando una a una a cada persona que había en el bar, hombre o mujer. De aquel largo recorrido pude deducir dos cosas, la primera es que necesitaba un nuevo local para tomar mis cervezas del viernes y segunda, necesito una banda sonora.





Más

Metió la cabeza bajo el agua de la ducha, cerró los ojos y dejo caer el agua por su cuerpo. Los recuerdos afloraron, unos para marcharse, otros para quedarse. La sequedad de su boca, producto de haber fumado demasiado. El martilleo de sus sienes cada vez más lento, apagado por la magia del ibuprofeno que se había tomado nada más levantarse y cuya causa era sin duda el whisky barato. Las magulladuras en la cara y el torso, fruto de los golpes recibidos. El escozor en los nudillos, porque recordaba perfectamente haber devuelto los golpes. Uno por uno hasta dejar a aquel tipejo en el suelo, con la nariz rota, sangrando profusamente y maldiciéndole. También recordaba el cómo y porqué de la pelea: Ella. Y sobre todo la recordaba a ella: Ayudándola a caminar hasta su casa, limpiar sus nudillos lacerados, besar su labio hinchado, desnudarla lentamente, desnudarse lentamente, meterse en la cama con él y hacerle el amor de una forma tan dulce y pasional. Lo recordaba a la vez que su pene comenzaba a ponerse duro. Abrió los ojos, observo su miembro erecto y sonrió. Cerró el grifo y salió de la ducha, se puso un albornoz y camino hasta el cuarto. Miro la cama vacía y se tumbó en ella. ¿Por qué coño no le pregunté su nombre?, ¿Por qué no le dije que se quedase?, pensó. Supuso que se habría quedado dormido tras hacer el amor. Demasiado Whisky, demasiados golpes, demasiada pasión para poder pensar con claridad. Alargó la mano para alcanzar el paquete de Pall Mall de la mesilla, lo abrió y hurgo en el para sacar un cigarro. Tocó un papel con las manos, lo sacó sorprendido y lo leyó, la letra era realmente bonita.

"Gracias por todo, si te preguntas quien soy, llámame".


Debajo había un número de teléfono. Volvió a coger el paquete de tabaco, encendió el cigarro. Alargo de nuevo la mano en busca del móvil. Marco el número del papel. Sonó cuatro veces antes de que lo cogiesen.

- ¿Diga?- la voz era muy femenina, sexy, se dijo, como toda ella.
- Me pregunto quién eres.- contesto él. Se oyó una risa al otro lado del teléfono.
- ¿Y eso porque?- pregunto ella.
- Digamos que no me vale solo con el recuerdo de ayer.