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Inmersión

Cruzo un par de saludos con la mirada,con clientes habituales como el, mientras atravesaba el bar en busca de su rincón habitual, al fondo de la barra. La camarera lo miro y el pidió lo de siempre, gin tonic. Observo a la camarera preparar la bebida con destreza. En poco mas de un minuto tenia la copa en la mano y la sonrisa de la camarera ante sus ojos. Converso con ella un rato, sobre lo típico, ¿que tal estas?, ¿como va el negocio? y cosas así. Cuando se alejo para atender a otro cliente le miro culo enfundado en un vaquero ceñido. El se concentro en la copa, bebiendo a pequeños tragos mientras seguía el ritmo de la música con el pie y observaba  al resto de clientes, como cada noche de viernes. Parejas que hablaban, grupos de jóvenes emborrachándose y tratando de ligar con mayor o menor éxito, y algún que otro lobo solitario como el. Tras el tercer gin tonic noto que la mente se empezaba a nublar, a la vez que la opresión en el pecho desaparecía. Pidio un cuarto y un quinto, sabia que la gente lo miraba de vez en cuando, podia notar las miradas de lastima, las miradas que se le echan a un borracho solitario. Eso es lo que era pero no le gustaba que lo mirasen así, a esas miradas solía responder con gestos hoscos y miradas duras, incluso se había peleado alguna vez. Pidio una sexta y comenzó a caminar por el pub, tratando de moverse al ritmo de la música y consiguiendo un tambaleo de lo mas lamentable. Se acerco a varios grupos de muchachas a las que dirigió palabras inteligibles y de las que recibió alguna que otra contestación cortante. Se sumergió de lleno en su propia huida, cargada de patetismo y ginebra. Las copas fueron cayendo, la décima cayo de sus manos y fue invitado a salir del local por la camarera, esta vez no vio ni un rastro de sonrisa en su boca. El sol lo encontró tumbado en un frió banco de hierro. Logro levantarse y camino haciendo eses hasta su casa, notando como la opresión del pecho volvía a surgir.




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Volare....

Volar, los hombres no pueden volar, al menos no sin algún mecanismo que los ayude, no tenemos alas. Pero podemos volar con la imaginación, en nuestra mente nos crecen las alas, en nuestra mente no hay barreras, al menos ninguna que no nos hayamos impuesto.Con la imaginación podemos llegar a cualquier sitio, y hacer cualquier cosa. Podemos ser los héroes de cualquier cuento, por supuesto llevándonos la princesa con nosotros, y elegir a la princesa, que es lo mas importante, nadie querría llevarse una princesa que no le guste. En tu cuento puede que esa chica que ves alejarse cada mañana, se acerque a ti para quedarse. En tu sueño puedes sumergirte en el aroma de su pelo, besar sus labios, acariciar su piel. Quizás sea un triste consuelo, pero sin sueños no hay vida. El hombre necesita volar, necesita momentos de evasión, de huida de la realidad. Y sueños, donde no haya tristeza, ni derrota, donde no exista el miedo y los colores brillen con fuerza. Donde ella te ofrezca un regazo donde dormir y puedas mirarla cada noche, durmiendo en tu cama...


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COMBO

Lloraron los arboles mecidos por el viento,
lloraron los animales en sus madrigueras,
y se dice que lloró la luna, que esa noche no salió.
Y los lobos no tuvieron a quien aullar,
ni los caminantes quien iluminase su camino,
y  yo cansado de llorar,
seguí buscando mi destino.


El mar, como mi corazón, late.
Unas veces despacio, baña la orilla con suavidad
otras en cambio, rompe con fuerza en las rocas.
Como cuando tu estas cerca..

Dime algo, lo que sea.
Me da igual que sea verdad o mentira
interesante o no
me vale cualquier tontería
solo quiero oírte
volver a escuchar tu voz
dime algo
que no sea despedirte.