0 comentarios

Una mas.


De la más racional de las locuras, 
y de un sin fin de pensamientos 
surgidos en  mil y una noches 
se alimentaron aquellos rincones,
donde residen los monstruos,
señores de las sombras.



2 comentarios

Aluminosis


Para que mentir, soy un completo desastre, lo bueno es que al menos durante ciertos periodos de tiempo  mas o menos largos puedo disimularlo, aunque siempre hay algún capullo que se da cuenta, esos se ganan mi odio mas fuerte, bajo y permanente. Cuando además de estos cabrones, el común de los mortales comienza a percatarse de mi tendencia al caos absoluto suelo huir del lugar de turno. Esto sucede de forma invariablemente variable, o lo que es lo mismo, pasa siempre pero no siempre pasa en un mismo tiempo periodo de tiempo. En fin que forma de liarme. Una vez he logrado huir, me recluyo en el lugar mas oscuro que encuentre tratando de recomponer mi fachada. Esto es fundamental sin fachada no soy nadie, necesito aparentar como un edificio antiguo de alguna céntrica ciudad. Se que no es el camino correcto igual que no es correcto solo reparar la fachada de un edificio sino que debemos reparar también su interior y apuntalarlo para que soporte el paso y los avatares del tiempo, pero yo no tengo inspectores que vigilen mi construccion..




2 comentarios

Un gesto.



Acercó su mano lentamente hacia ella , contemplando sus ojos, siempre expresivos, su pequeña nariz, su atractiva boca. Rozó su pelo, y se lo retiró detrás de la oreja, ella le sonrió con aquella sonrisa preciosa, sus pómulos se redondearon, el noto su pecho latir con fuerza y le devolvió la sonrisa. En ese instante, con ese simple gesto, se sintió feliz.