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Descripcion


Si algo destacaba en su cara eran sus ojos, dos ojos grandes, almendrados y de color marrón, unos ojos que podrían ser de lo más común si no fuese por su enorme brillo, su expresividad y su extraordinaria capacidad para mirar, allá donde otros no ven. Estaban coronados por unas largas pestañas que hacían del rizador un instrumento inútil y unas cejas perfiladas que se movían continuamente cuando hablaba, al compás de su boca. Hablemos de su boca ya que hemos llegado hasta allí.
Era también una boca grande, hecha para sonreír y acostumbrada a hacerlo. Cuando lo hacia  los pómulos se redondeaban y aparecían unos dientes blancos perfectamente alineados. Los labios estaban hechos para besarlos, solía pintárselos de rojo, el labio inferior era bastante grueso y destilaba un algo sensual difícilmente de explicar, o que no quiero explicar aquí. Aquellos labios rojos destacaban sobre la piel, que no era excesivamente clara ni tampoco excesivamente oscura.
La nariz no era no demasiado grande ni demasiado pequeña, estaba perfectamente proporcionada, ocupando su sitio en mitad del rostro. Una nariz recta, redondeada, común.
Podría hablar de sus orejas, pero estas estaban siempre tapadas por su melena castaña, una melena leonada que los entendidos en temas capilares denominarían “un pelo difícil”, esto le confería un toque de naturalidad. Uno siempre podía pensar que en vez de venir de trabajar venia de hacer alguna trastada como cuando era más pequeña y correteaba por las calles de aquel pueblo venido a menos.



PD: Si Felipe, que es el que ha solicitado esta descripción, realiza el dibujo, esta entrada tendrá foto.

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Follar...

Follar, follármela, era en lo único que podía pensar mientras el tren devoraba kilómetros en busca de su meta. Mi mente bailaba lujoriosamente entre el recuerdo de polvos pasados y el deseo de consumar nuevos actos. Podría decirse que me pase todo el trayecto empalmado, gracias a dios el tren iba lleno a la mitad y habia podido elegir donde sentarme. Sentado solo en el lado de la ventanilla, con los ojos cerrados y colocado de tal forma que pudiese disimular la ereccion pude entregarme a fantasear sin tener que preocupar de que el pasajero de al lado se sintiese cohibido o quizas atraido por el tamaño de mi pene. Y me entregue, me entregue a soñar con el sabor de su boca, con el tacto de sus carnosos labios, con la punta se su lengua entrando en mi boca. Soñe con agarrar sus senos, con meterme en la boca aquellos pezones rosados, con el sonido de sus gemidos cuando se los mordia, con el placer que sentia al notarlos duros en mi boca. Soñe con desnudarla avidamente, dejar al descubierto sus curvas, recorrer su cuerpo caliente con mis manos, sus muslos, con agarrar su culo, con fuerza. Soñe con lamer cada centímetro de su piel, lamer su cuello mientras ella arqueaba la espalda, besar sus piernas, su trasero, lamer la cara interior de sus muslos, aproximarme lentamente a su coño, perderme en aquel sabor agridulce, dejar resbalar mi lengua en su interior.

¡Puto Revisor!
Follar, follármela, era en lo único que podia pensar mientras el tren devoraba kilómetros en busca de su meta. 


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Susurro

Un susurro, trazó una muesca en el ladrillo de las traiciones,
soporte de ardides y otras feas costumbres,
Puedes mirarlo, pero, ¡no!, no le nombres,
llegara la hora en la que te colme con sus atenciones.













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Sábado Noche

Nunca seras un héroe, no tendrás a quien salvar,
siempre darás un paso atrás, fingirás que es azar,
lo que quieres negaras, iras a otro lugar,
sacrificaras la pasión, contendrás el dolor,
presa de odios, sentirás aquel olor,
hablaras del amor, vivirás en otro color. 
Nunca seras un héroe,
dando un paso atrás,
sin arriesgar,
nunca seras un héroe.